jueves, 5 de marzo de 2009

Visita a Ikea


Ikea es un sitio grade donde pagas por los muebles que te llevas, pero el que trabaja eres tú. Toda una experiencia.

El primer desengaño te lo llevas cuando piensas que tu casa se va a quedar como la del catálogo. Vamos a ver, ¿Tu cocina tiene 500 m2? Pues ya está… mal empezamos.

Otra cosa que lleva a engaño es que cuando ves un salón o un dormitorio siempre aparece una familia idílica, todos acomodados, relajados y… sin zapatillas, sólo con calcetines. Habéis probado a ir siempre en calcetines. Como tengas terrazo o azulejos se te quedan los pies fríos como témpanos, porque claro estos de Ikea son suecos y el verano no lo contemplan, y como andes por ahí con calcetines y tengas parquet o tarima vas pegando resbalones que estás a punto de partirte la cabeza por los marcos de las puertas.

En fin que me voy del tema (es que me caliento con lo de la publicidad engañosa oye…)

Luego llegas a la tienda, y… da igual el día que vayas, aquello parece el éxodo bíblico de los Judíos, siempre hay dos o tres mil millones de personas (por lo menos), pero bueno allá que entras… como siempre diciendo aquello de “qué asco… cuanta gente!” ya sabéis..(¿?!!).

Allí todo el mundo va en la misma dirección, por el “recorrido marcado”, pero como se te ocurra querer volver atrás te sientes como una trucha en pleno deshielo, no hay manera de remontar ese río humano, y encima la gente te mira mal, así como “Pero dónde vas inadaptao??!!!”

Llega el momento de ver los muebles “en persona”, cara a cara, y claro resulta que ese magnífico sofá que habías visto tan barato, resulta ser… digamos… algo distinto a lo que viste en la foto del catálogo. Y lees la etiqueta y pone “Sofá Strüngen. Hecho con fibras naturales”. Cuando lo justo es que pusiera “Sofá Chunguen, hecho con cajas de cerillas y patas de palillos. Realizado con esmero por los alumnos de tercero de primaria del colegio público Virgen del Carmen en su trabajo de fin de curso”. O algo así.

Ahh.. Ahora que digo de las etiquetas, ahí es donde te vienen las “coordenadas”, yo prefiero llamar así a lo que ellos llaman ubicación de almacén”. Ya os digo yo que es más fácil leer el panel de la estación espacial MIR y saber en que punto de la galaxia te encuentras.. Coño! Si lo que quieren es complicar la vida a la gente que pongan “Ahí abajo, en el almacén, hay un sofá como este, si tienes cojones a encontrarlo te lo quedas por el módico precio de…169€, pero te lo cargas tú con los cuernos”. …y así nadie se lleva a engaño.

A veces, con tanta gente por allí me agobio un poco y me pongo a leer los libros de atrezo que hay por las estanterías de los muebles, me parto de risa, porque me pongo a leerlos en voz baja y como están escritos en sueco, pues parezco una paloma haciendo sonidos guturales de esos que hacen cuando ven que les echas migas de pan. Probadlo y veréis!! (Lo de leer, no lo de echar migas…claro, que lo de las migas también, porqué no, bueno …lo dejo… que me lío leches!!!)

Si finalmente decides comprar algún mueble te das cuenta de lo que te espera cuando llegas al almacén y ves los bultos. Por las dimensiones y el peso, yo siempre pienso que dentro hay un cadáver.
Madre mía!!! Eso si que son paquetes y no el de Nacho Vidal..
Así que lo dejas y dices aquello deee…

- Uf.. quita quita, esto no nos cabe en el coche. ¿Por qué no le pedimos la furgoneta a tu cuñado y volvemos la semana que viene?
- Pero es que mi cuñado la necesita los sábados..
(Y tú que te acabas de deslomar intentando levantar el bulto correspondiente al Sofá Strüngen, sueltas lo que yo llamo una “frase de escapatoria”)

- Pues ya si eso… ya lo vemos… y tal..

(Esto es como decir “No te digo na, y te lo digo to”)

Así que… ¿Qué haces? Pues dices..

- Oye, ya que estamos aquí… ¿Por qué no nos llevamos la lamparita esa que viste?

Y allá que vuelves para atrás, retomando a tu estatus de Trucha río arriba en pleno deshielo y con las aguas crecidas… Y te vuelves a la zona de complementos (popularmente conocida como “chorradicas del Ikea”) golpeándote contra todo cristo y diciendo cada dos pasos “Perdón, perdón,… perdón….”.

Total, que sales del susodicho lugar con una bolsa a rebosar de cosas tipo; máquina de pelar ajos, soporte con anclaje a la pared para pinzas de cejas, un reloj de mesita de noche que hace más ruido que el Big Ben,,, y cosas que nunca, repito nunca, utilizarás más allá del tercer día de después de comprarlas.

Y te vas al coche y lo dejas todo en el maletero bien guardado, porque claro, se te ha hecho la hora de comer y te vas al Mcdonals que hay cerca del Ikea.

- Oye dejo en el asiento estos paquetes, no?
- No no.. mételos en el maletero que no se vean, vaya a ser que lo roben..

Que te dan ganas de decir.. “Claro, claro, lo va a robar la banda de las máquinas pela ajos… no te jode” pero quien se va a querer llevar todo esto? En fin….

He de decir, que alguna vez he vuelto con el furgón de “el cuñado” y me he terminado llevando alguno de estos muebles… que claro… luego hay que montarlos, pero de esto ya hablaremos en otra ocasión.

Hasta pronto.

5 comentarios:

  1. ¡Jajaja!... Bingo, tío... Eso es Ikea... Aunque en mi caso, es mi novia quien se deja caer por allí con su madre porque yo me agobiaría... Por cierto, soy Juanma (no Anónimo)...

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  2. Parece fácil esto de los monólogos hasta que intentas escribir el torrente de ideas de tu cabeza, ahí es cuando te das cuenta que lo tuyo no es ser escritor ni nada parecido. Enhorabuena por hacer fácil lo que no lo es. La Cervantes de Juan XXIII.

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  3. ...que mortal, pero es así...pero t ha faltado algo Adolfihno; donde dejas la cantidad de lapices que te ponen a la entrada, supuestamente para lo que nos traemos a casa, esos dizque son para apuntar todo lo que te vas a llevar...y al final lo que te llevas es el cactus de 0.95 y un perrito caliente a punta de "ketchup" supuestamente sueco de 0.50...y como no los lapices. Edgar.

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  4. Has dado en el clavo,y te lo digo yo que mi casa prácticamente me la han traido toda de Suecia, a mi, que me diagnosticaron el "mal del Ikea", ese circulito rojo (rozadura infernal) que te sale en la palma de la mano después de montar 2 armarios blingen,2 cabezales strogen, 6 lámparas de "montaje rápido" stromblen, el conjunto de salón completo con muebles base que te montas tu a tu gusto porque estás en la república independiente de tu casa, y la mesa de comedor, todo con una mierda de destornillador de estrella y encima un poco pasao...
    En lo que se refiere a lo de Buah!que asco, cuanta gente!!...eso debe ir en los genes, porque yo me se de una que grito a pleno pulmón y con el consiguiente tono de asco, en una de las patas de la torre Eiffel, "PERO QUE MIERDA, QUE ASCO, TODO LLENO DE GUIRIS!" siendo ella del mismo Montmartre...
    Muy bueno el monologo, en tu linea.

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  5. i ke ha ceis alli tanto kejaros? Otra pregunta, los monarquicos no compran en el ikea?

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